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Con el propósito de analizar cómo la libertad se puede transformar en el progreso continuado y sostenido de una sociedad, Econintech y su equipo de fellows Neley Rueda, Juan Carlos Correa, Luis Cirocco y Joel Alberto Torrez, organizó el taller denominado Libertad y Prosperidad el pasado 27 de diciembre de 2021, con el cual busca crear conciencia sobre el principio de libertad. El mismo se realizó a través de la lectura y el análisis de los artículos publicados en el libro del Dr. Tom Palmer titulado Por qué la libertad. A tal efecto, fueron seleccionados los cuatro artículos que se mencionan a continuación:
- Los orígenes del estado y el gobierno. Autor: T. Palmer. Equipo de trabajo: Leomarys Montes, Isilia Dudamel. Arianna Silva, Hellem Montes. Coordinador: Juan Carlos Correa.
- ¿Por qué ser liberal? Autor: T. Palmer. Equipo de trabajo: Ricardo Rivero, Vicmary Bracho, Rosangela Palacios. Coordinador: Luis Cirocco.
- El principio político de la libertad. Autor: A. McCobin. Equipo de trabajo: Delismar Amaro, Luis Lozada, Moisés Gil. Coordinador: Joel Torrez.
- El humilde argumento a favor de la libertad. Autor: A.R. Powell. Equipo de trabajo: Carmen Acevedo, María Acevedo, María A. Castañeda, Leonarda Dudamel. Coordinadora: Neley Rueda.
- Se incorporó, además, el prólogo del libro Libertad y Prosperidad editado por Rafael Acevedo: Elementos fundamentales de una propuesta de libertad. Equipo de trabajo: Virginia Tovar y Yohanna Torrez.
Las conclusiones más resaltantes a que llegaron los equipos de trabajo se especifican en los párrafos siguientes:
Los orígenes del estado pueden ser vistos como el resultado del proceso social y de la organización de las personas establecidas en un espacio geográfico en busca de protección y desarrollo de la sociedad, para fomentar su cultura y sus costumbres.
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De aquí se desprende que sería imposible convivir sin el estado, si definimos estado como lo deja entrever el artículo de Palmer, dado que esa definición indica que éste está constituido por ciudadanos, un espacio geográfico, riquezas naturales y las instituciones. Pero tal vez sea posible que una sociedad pueda vivir sin un sistema de gobierno, siempre y cuando los habitantes asuman el rol garante de hacer cumplir las reglas de convivencia. Para esto se requiere de un sistema educativo orientado a nuevas formas de convivencia y de ciudadanos menos dependientes de los gobernantes.
Ahora bien, como esto último no parece ser el horizonte de los gobiernos totalitarios, los cuales buscan atrincherarse en el poder y hacer de los habitantes marionetas dependientes de su miseria, se hace necesario que la sociedad por su propia iniciativa se organice en la búsqueda de promover los valores y principios de la libertad como único camino a la prosperidad.
En ese orden de ideas, es preciso puntualizar que un estado responsable debe ser garante de la libertad, regulando el comportamiento de las personas sin llegar a ejercer coerción para coartarles el derecho a la libertad. El estado debe procurar que los ciudadanos disfruten plenamente de la propiedad privada, de la libertad de pensamiento y del derecho para escoger su propio destino con un solo contrapeso, el respeto del derecho de los demás.
De lo anterior se desprende la importancia de educar y capacitar a la sociedad sobre los aspectos relacionados con la libertad en todas sus dimensiones, como uno de los caminos más claros que conducen a la prosperidad y como tal a minimizar la pobreza.
A tal efecto, es necesario que la participación del estado y de los sistemas de gobierno se oriente hacia la creación de incentivos para los emprendedores, es decir, que las personas trabajen y puedan ser independientes de los sistemas de gobierno y sus dádivas. Por lo tanto, se requiere que el gobierno intervenga lo menos posible en los asuntos que pueden ser resueltos por los propios ciudadanos, y éstos deben tener la libertad de generar relaciones voluntarias y asociaciones independientes para alcanzar los sueños y metas que los conduzcan a la prosperidad.
Por otra parte, como el estado no es una persona natural, su poder debe estar limitado, sobre todo en países como Venezuela, en donde se requiere que las personas emprendan acciones para solucionar sus propios problemas y donde es prioritario privatizar un gran número de empresas ineficientes que el gobierno maneja. Sin embargo, el gobierno puede cooperar en aquellas áreas donde los ciudadanos estén imposibilitados de participar. Está comprobado que los países con mayor libertad y en dónde el gobierno ejerce un menor control económico gozan de una mayor calidad de vida.
En otro orden de ideas, en Venezuela, es frecuente observar a los políticos en actos que se alejan de actitudes de humildad y por el contrario actúan con egoísmo, codicia, prepotencia, arrogancia y avaricia, tratando de convencer a los ciudadanos de que su subsistencia depende de ellos, cuando en realidad son los políticos los que requieren del apoyo de la gente para llegar al poder. Los políticos venezolanos deben asumir una actitud diferente, es decir, actuar con humildad, garantizando a los habitantes los derechos naturales otorgados por el Creador y las leyes del sentido común, como son el derecho a la vida, el derecho a la propiedad y el derecho a la libertad. Entendiendo además, que no son dueños de la verdad y del saber, que pueden estar equivocados y por lo tanto deben reconocer sus errores.
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En ese sentido, los políticos latinoamericanos deben entender que el liberalismo es una filosofía política que prioriza en el principio de libertad, tal como lo afirma McCobin, y como tal tiene justificación, principio y política. La justificación del liberalismo se basa en el hecho de buscar un mayor beneficio para la mayor cantidad posible de personas.
Por otra parte, el liberalismo centra sus principios en el debate y permite a los ciudadanos el desarrollo armónico en diversas áreas, como la política, la cultura y la religión, combinando muchos sistemas de valores sin ninguna limitación, respetando el estado de derecho constituido para el equilibrio de la sociedad. El liberalismo busca un mayor bienestar de las personas, dado que estas tienen la libertad de buscar la felicidad propia que es un derecho natural.
De lo expuesto con anterioridad se deprende la necesidad de fortalecer un sistema de valores que promulgue y promueva a la libertad desde varios puntos de vista: libertad de pensamiento, libertad económica y libre comercio, como mecanismo para garantizar el libre desenvolvimiento de los venezolanos; es el camino que conduce a la prosperidad a través del desarrollo económico, social y político para vivir paz y en justicia.
Bibliografía
R. Acevedo. (2020) Prosperidad y Libertad. Lo que necesita Venezuela. Unión Editorial Colombia.

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