Recuerdan el cuento:
“Cada quien en Villa Quien disfrutaba mucho la época de la Navidad. Sin embargo, un personaje, que vivía justo al norte en la montaña más alta, no lo hacía. Odiaba la Navidad. Ahora, por favor, no preguntes por qué. Nadie sabe a ciencia cierta la razón. Podría ser que a la cabeza le faltaba un tornillo. Podría ser, tal vez, que sus zapatos eran demasiado estrechos. Pero creo que la razón más importante puede haber sido que su corazón era dos tallas más pequeñas”…
Así, esas eran las palabras con las que un narrador nos presentaba a un ser color verde y siempre amargado conocido con el nombre de “El Grinch”, éste personaje anti-Navidad, creado en los años 50 por el escritor estadounidense “Dr. Seuss”, relata lo que es un ser con esas características, que no puede evitar sentirse ahogado al ser testigo de la empalagosa e inmensa felicidad con la que sus vecinos pasan las fiestas, que sin embargo puede también cambiar, pero por algo que transforme su corazón.
Ahora bien, la Navidad siempre se asocia a la bondad, es un momento en el que la gente cambia, por lo general se sensibiliza para ser más amable con los demás y dar o regalar algo, por poco que se tenga, a los seres queridos en señal de afecto. Pese a ser una época asociada con una festividad religiosa, Papá Noel, San Nicolás o como le llamen en cada país, ha logrado con el paso de los años convertirse en el icono más representativo de la de ésta época del año, aunque no es el único.
Desde que surgió el personaje en la mente de alguien, la gente se preguntará: ¿cuál es su verdadera historia?
Mientras que Santa forma parte de la cultura popular, desde el siglo VI según estudios, el Grinch es mucho más reciente, su autor conocido como Dr. Seuss, fue un escritor y caricaturista estadounidense que publicó más de sesenta libros infantiles, entre ellos ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! en 1957, lo que buscaba con la obra fue una crítica al consumo navideño.
La razón, por aquella época, la Navidad había perdido ese sentimiento fraternal de pasarla entre familia para pasar a ser un tiempo de las compras compulsivas, algo que plasmó muy bien el escritor en este cuento.
La narrativa del Grinch, cuenta que él vive en lo alto del Monte Crumpit, observando, oyendo a la gente del pueblo prepararse para el momento que consideraban era el más importante del año: la Navidad. Encerrado en su cueva sin más compañía que su fiel perro Max, el Grinch toma la decisión de hacer infelices a todos robando los regalos y los adornos para que nunca llegue la Navidad. Sin embargo, la moraleja de la historia descubre que esos regalos y adornos no son más que elementos secundarios, ya que la Navidad es más que algo material.
Ahora, en ésta nota, inspirado en el cuento, pero esta vez con mentalidad disruptiva, se puede asegurar que el GRINCH es Usted mismo ¿Por qué?
Un académico de la Universidad de Pennsylvania, Joel Waldfogel, se ha dedicado a estudiar el comportamiento económico en Navidad y ha llegado a conclusiones demoledoras: las compras navideñas son un momento máximo de irracionalidad colectiva. Allí se destruye más riqueza que en ningún otro momento del año.
Este académico hizo cientos de encuestas para averiguar cómo procesa la gente los regalos en Navidad. El que regala aspira, como mínimo, a obtener agradecimiento a cambio. El que recibe no otorga ese agradecimiento en automático. Un porcentaje mínimo puede llegar a sentirse ofendido, si el regalo expresa un juicio de valor erróneo.
La mayoría de la gente no valora lo que recibe. Suena feo, pero es un hecho. No es ingratitud, mejor dicho, es eso y algo más. Los economistas liberales llevan años sabiendo que somos malos para decidir por otros.
Sin embargo, esto, que se recalca arriba, se lee como aquello que alguna vez alguien dijo:
“Ser rico es malo”
Aunque para muchos, de que en Navidad se malgasta, se derrocha dinero, se piensa que de esa forma hacemos felices a los allegados, llámese familiares o amigos, ser pobre no es preferible que ser rico. En todo caso, es preferible tener la gracia de poder regalar un espacio para compartir y dar lo poco que se tiene logrado con honradez.
Valga resaltar lo que implica la honra de una persona:
“La Honra de una persona implica la estima, reputación y respetabilidad propia que emana de ésta y hace a su dignidad, desde la esfera de su conciencia y sentimientos hasta la valoración que tiene de ella misma. El derecho al honor se gana con una actitud moral frente al prójimo y en el desarrollo de la actividad a la que se dedique”…
Por Econ. Juan Carlos Correa Ramírez
Referencias
https://cronicaglobal.elespanol.com/cronica-directo/grinch-origen-significado_204957_102.html

What do you think?