Chile se encuentra en medio de un momento decisivo. Siendo de lejos el país más exitoso y más libre de América Latina las presiones de movimientos políticos de la izquierda han logrado que se cuestione un modelo que ha sacado a millones de la pobreza.
Nadie mejor que un chileno para entender lo que pasa en su país. Francisco Villarroel es un músico, estudiante de economía en la prestigiosa Texas Tech University y tan bien es un amante de las ideas de la libertad. Un buen día decidió tomar una posición de vanguardia en defensa de sus convicciones usando una tribuna pública para hacerlo en su canal de YouTube, Palabra Pública.
En esta entrevista nos ayuda entender un poco el dilema que atraviesa su país, Chile.
¿Qué tan profundo es el descontento que existe en Chile contra el sistema democrático que se ha construido?
Lo primero es señalar que, lo que estamos observando desde Octubre pasado no surge espontáneamente de la sociedad. Ni se trata de un levantamiento generalizado. Y si es visto de ese modo es sólo como resultado de la maquinaria mediática que ha elegido el camino del sesgo postrándose como en un rito de ordenación sacerdotal frente a una postura ideológica concreta: el socialismo.
Dicho lo anterior, el descontento no es contra el sistema democrático sino que en contra del sistema económico.
En Chile se ha instalado la idea de que el sistema “neo-liberal” es a priori injusto, promotor de la desigualdad per se, que antes estábamos mejor con Allende pero no le dejaron implementar verdadero socialismo, y que el sistema de libre emprendimiento ha importado a Chile todos los males y vicios de los “piratas” anglosajones. Chile era una doncella que vivía en la utopía marxista, y que ha sido mancillada por el capitalismo.
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Los artífices socialistas han recurrido a una narrativa que omite evidencia, datos, cifras que muestran justamente que Chile venía de tener una tasa de pobreza extrema, según el Banco Mundial de 36% en 2001 a un 8.6 % en 2017, en comparación con Argentina que en 2017 tenía un 25.7% de personas viviendo bajo la línea de la pobreza.
2)Este septiembre, también marca la antesala al Plebiscito Nacional que se celebrará en octubre acerca de la pertinencia de redactar una nueva constitución en Chile. ¿Es realmente necesaria una nueva constitución en tu país?
No lo es. Pero la narrativa de la izquierda es que cambia la constitución aumentarán las pensiones, mejorarán los sueldos, podremos asegurar viviendas y educación gratuita para todos. No puedes asumir que creando constituciones podrás comenzar a asegurar y satisfacer, sin riqueza previa creada, todos los deseos y necesidades de los individuos. Esa idea pertenece más bien a un tipo de pensamiento mágico más propio del vudú o el voluntarismo que del modo en el cual las cosas suceden realmente.
“El pecado de origen” de la constitución, es que fue redactada durante la dictadura de Pinochet. Sin embargo, la actual constitución política de Chile ha sufrido tantos cambios que ya no podemos decir que es la “constitución de Pinochet”.

Brevemente, la constitución actual ha sido reformada más de 50 veces, tiene más de 250 cambios en su articulado, lleva la firma del ex presidente socialdemócrata Ricardo Lagos, y parecía ser aceptada por parte del sector político que hoy día la rechaza.
3) Axel Kaiser decía el año pasado, a propósito de las protestas que vivió el país, que había un descontento genuino y legítimo en la gente.
Siempre es genuino y legítimo expresar el descontento, de eso se trata la democracia, somos libres de enrostrarles a las autoridades lo ineficientes o corruptos que son sin temer por nuestra integridad física. Aprovecho de mencionar que se está instalando, no solo en países como Estados Unidos, sino que en Chile también, una tendencia a silenciar a quien piensa distinto, a quien se sale del cuadro de lo políticamente correcto.
Esto podría estar relacionado con el hecho de que la voz de aquellos que no están de acuerdo con los argumentos a favor del estallido social no parecen estar igualmente representados en la opinión pública a través de los medios de comunicación, protestas y marchas, y al parecer esto se repetirá en la campaña televisiva a favor y en contra de la nueva constitución.
Según el último Informe de Finanzas Públicas el tamaño del estado proyectado para este 2020 será de un 28.7% el estado más grande en casi treinta años, justo cuando el Covid-19 ha puesto las economías del mundo de rodillas, visibilizando donde NO deberían estár las prioridades. Claramente, un estado que se come más de 1⁄4 del PIB representa una enorme carga impositiva para los chilenos.
Uno de los cambios que instalaron los “chicago boys” fue el control del déficit fiscal, es decir, dejar de gastar más de lo que se tiene. Justamente dentro del espíritu de las charlas que Milton Friedman dio en Chile, se encontraba esta idea de abandonar la política deficitaria, ordenar la casa y ahorrar para crecer y tener recursos en tiempos de crisis.
A los chilenos se les saca hasta el último peso para financiar políticas públicas fracasadas, un ejemplo dramático es el Servicio Nacional de Menores (SENAME) donde murieron miles de niños que debían ser protegidos por el estado. Luego tienes a Michelle Bachelet firmando el aumento de parlamentarios asegurando que esto no significaba más gasto para el estado. Irónicamente Bachelet dijo que el aumento de parlamentarios “no es un triunfo para la burocracia, sino que para todo Chile.”
4) ¿Fue acaso deliberado el sabotaje de la izquierda al sistema democrático chileno?
Lamentablemente no ha existido la voluntad política para investigar a fondo. Por otro lado, Chile no cuenta con un Sistema de Inteligencia que le permite avanzar mucho en esta materia. No sabemos quienes fueron los autores materiales de todos los hechos delictuales que se cometieron a partir de octubre del 2019, sin embargo, sabemos quienes han apoyado estos actos ya sea a través de la manipulación de los hechos públicos o por medio de su silencio. Por supuesto, el Partido Comunista y el Frente Amplio. Sin embargo, por cuestiones puramente políticas ahora vemos a la centro izquierda y derecha en línea con todo esto.
Todo este abandono de las ideas liberales que solía defender la derecha ha producido el surgimiento de nuevos partidos políticos de derecha, también los libertarios están comenzando a tomar raíces poco a poco. En resumen, en el «estallido social» no hubo nada azaroso, fue totalmente planificado, por ejemplo en el ataque a múltiples estaciones de metro a la misma hora, utilizando los mismos componentes químicos, fue un sabotaje deliberado, intuimos quienes están detrás, pero no podemos identificar a nadie.

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