Today, emotionally shocked by her sudden death, I want to dedicate these words to the memory of an extraordinary human being, our beloved Carmen Acevedo, mother of our directors Rafael and Rubén Acevedo, and sister of our director Neley Rueda-Ramírez. For obvious reasons, I dare to publish these lines on behalf of her family, relatives and friends.
The last days were quite hectic in preparation for the hip surgery she had to undergo after a totally accidental fall that caused a fracture of her right femur. But dozens and dozens of people came to visit and cheer her up as well during those days, in response to the particular and great charisma she always conveyed. Unfortunately, a cardiac arrest after the surgery took her from us.
Dear mom Carmen,
You were an example as Christian, Catholic, mother, wife, daughter, sister, friend, godmother, professor, aunt, grandmother, and as a human being. The truth is that I fall short for listing all your qualities and virtues, but you always had a special gift for winning our hearts. Thank you for all the beautiful moments you gave us; for being so generous; for not avoiding difficulties but, on the contrary, facing them with dignity and integrity, ready to help others; for allowing us to be part of your family; for all the rosaries you prayed for Venezuela’s freedom and for the welfare of your beloved ones; but thank you specially for always finishing the Holy Rosary saying: “Cover us with your maternal cloak and destroy all evil and curses”. Even in the last moments of your life, the world saw you smile and commend yourself to God.
Your husband, children, grandchildren, nieces and nephews, sisters, godchildren, relatives and closest friends pray for your peace and eternal happiness. I am sure that you are already enjoying it, along with the Lord. We will remember you as the vital, happy and optimistic Carmen that you showed us all the time, with no exception. Knowing and loving you was our true honor. The entire Econintech family is in mourning.
Cover her with your maternal cloak, Holy Virgin, and destroy all evil and curses!
Para mi segunda mamá, un verdadero ángel entre nosotros – Por Luis Cirocco
Hoy, con profundo dolor por su partida, quiero dedicar esta nota a la memoria de un ser humano extraordinario, como pocos hay en el mundo, nuestra querida Carmen Rueda de Acevedo, madre de nuestros directores Rafael y Rubén Acevedo, y hermana de nuestra directora Neley Rueda Ramírez. Por razones obvias, me tomo el atrevimiento de escribir estas líneas en nombre de toda su familia y de todos sus amigos.
Los últimos días fueron de bastante agitación por los preparativos de la operación de cadera a la que tenía que someterse, debido a una caída completamente fortuita que le produjo una fractura de fémur. Pero también transcurrieron entre decenas y decenas de personas que vinieron a visitarla y a darle ánimo, en respuesta al carisma particular que ella siempre transmitió. Lamentablemente, el corazón le jugó una mala pasada luego de la intervención.
Querida mamá Carmen:
Fuiste un ejemplo como cristiana, católica, madre, esposa, hija, hermana, amiga, madrina, profesora, tía, abuela, y como ser humano. La verdad es que no me siento en capacidad de enumerar todas tus cualidades, pero tuviste siempre el don especial de saberte ganar un lugar privilegiado en el corazón de todos los que te rodeaban. Gracias por los momentos hermosos que nos regalaste; por ser tan caritativa y generosa; por no tenerle miedo a las dificultades sino, por el contrario, afrontarlas siempre con dignidad y entereza, pronta para tender tu mano amiga a todo el que lo necesitara; por permitirnos ser parte de tu familia; por todos los rosarios que rezaste por la libertad de Venezuela, por la prosperidad de tus hijos, familiares y amigos; pero sobre todo, gracias por nunca perder la fe en Dios y en la intercesión de María Santísima; gracias por siempre terminar el rosario diciendo “¡Cúbrenos con tu divino manto maternal, oh divina estrella de los montes!” Hasta en tus últimos momentos de vida el mundo te vio sonreír y encomendarte al cielo.
Tu esposo, tus hijos, nietos, sobrinos, hermanos, ahijados, compadres, comadres, familiares, amigos y allegados rezan por tu paz y tu eterna felicidad. Yo, por mi parte, estoy seguro de que ya la estás disfrutando, en compañía del Señor. Te recordaremos como la Carmen positiva, alegre y llena de ánimo que siempre fuiste, sin excepción. Fue un honor para nosotros haberte conocido y querido. Econintech se viste de luto.
¡Cúbrela con tu divino manto maternal, oh divina estrella de los montes!

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