Lo expresado en este artículo es opinión de su autor; no necesariamente refleja la postura de Econintech.
Los Fellows-Scholars de Econintech realizamos un conversatorio llamado Cómo Emprender en el Decanato de Ciencias y Tecnología de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. Este conversatorio se realizó la tercera semana de Agosto del año en curso. Asistieron cerca de 90-100 personas entre estudiantes universitarios, familiares (padres y madres) de éstos, y público en general. Entre los familiares y público había un buen grupo de diversas profesiones universitarias y algunos, sin grado académico, pero con un elevado nivel de motivación al trabajo y al logro, digno de admiración y de envidia sana.
Se inició la sesión señalando lo oportuno de la actividad para los estudiantes que están iniciando su carrera universitaria. Deben verse como los futuros emprendedores y empresarios y como tal, deben asumir la responsabilidad de prepararse lo mejor posible, para luego ofrecer sus servicios con niveles altos de calidad y eficiencia. Seguidamente se habló del significado del término emprender, de las características que deben reunir la idea de emprendimiento y el emprendedor, de los recursos requeridos, del análisis contextual, personal y familiar del emprendedor, fuentes de financiamiento, dónde emprender en Venezuela o en el exterior? Se cerró con reflexiones de los alumnos y acompañantes.
A medida que transcurría la actividad, los presentes compartían sus ideas y experiencias. El primero fue el padre de una estudiante, quien luego de presentarse, dijo haber cursado estudios sólo hasta sexto grado de Educación Primaria. A pesar de ello, se consideraba un empresario y vaya que lo es. Cómo lo logró? Narró su historia: era chofer de un camión. Como Uds. Imaginarán comentó, el salario no era gran cosa. Un día me dije a mí mismo, por qué no soy yo el dueño de un camión y trabajo por mi cuenta? Su problema era: no tenía dinero. Sin embargo, la idea estaba fija en su mente, en sus pensamientos, no lo dejaba descansar. Un día hizo una lista de sus amigos con cierto nivel económico. Empezó a visitarlos para pedirles ayuda, en término de préstamo. Como era de esperar, expresó, algunos me cerraron la puerta, otros me dieron apoyo. Poco a poco fue reuniendo hasta obtener un 60% del costo del vehículo. Visitó la agencia de carros. Habló sobre cuánto tenía para adquirir el camión y solicitó 3 meses para cancelar lo restante. Obtuvo el crédito y tal como se comprometió, en 3 meses saldó la deuda con la concesionaria. Enseguida comenzó a reunir para pagar a sus amigos la deuda pendiente. A Dios gracias, a sus amigos y a su empeño ya era dueño de un camión para trabajar por su cuenta.
Pero, su motivación al logro no se quedó allí. Hoy en día, dijo, soy dueño de varios camiones y otras empresas, entre ellas, una de fabricación de tubos. Finalizó diciendo a los presentes, en especial a su hija y compañeros de estudio que lo principal es querer, buscar la manera de hacer, no tener miedo, ser perseverante. Añadió, estar de acuerdo con lo expresado durante el desarrollo de los contenidos, en lo referente a lo necesario e importante que es, iniciar a los niños y jóvenes en la motivación al trabajo desde el hogar, en la familia, en la escuela, la sociedad. Enseñarles a ser pequeños emprendedores para que en el futuro sean los grandes empresarios.
Otra participante, madre de otro estudiante, también manifestó lo importante que es no perder la fuerza, la esperanza ante las dificultades al emprender. Comentó cómo tuvo que cambiar de líneas de emprendimiento en varias ocasiones, mudarse de local, por los altos costos del alquiler en dólares y buscar otras alternativas para seguir ofreciendo su mercancía. Ahí estoy, dijo ella, luchando, resistiendo y mirando el futuro con optimismo. Venezuela nos necesita y es aquí donde debemos trabajar y crecer. Hay oportunidades, los jóvenes deben prepararse para ello.
Por su parte los alumnos también compartieron ideas de emprendimiento. Entre ellas enseñar a desarrollar páginas Web, ofrecer cursos en materias difíciles de la especialidad, vender jugos y agua, ropa nueva y artículos escolares con el logotipo de la Universidad así como también ropa usada en buenas condiciones.
Un alumno que se identificó como miembro del Centro de Estudiantes, compartió la experiencia vivida por él y un grupo de compañeros, todos de otro decanato. Expresó que se reunieron para decidir si continuaban en la Universidad o no. Para nadie es un secreto las pésimas condiciones físicas en que se encuentran los centros de estudio así como la carencia de recursos humanos por el éxodo de ellos. Al final decidieron guapear, quedarse, continuar sus estudios y prepararse para enfrentar los retos que les esperan. Por su cuenta, se organizaron e iniciaron jornadas de limpieza y aseo de su decanato, lo cual atrajo a miembros del personal docente a unirse en la tarea, entre ellos y para su sorpresa, comentó, a un profesor que había expresado días antes, no era su trabajo limpiar, ni siquiera su escritorio.
Aún cuando esta actividad emprendedora no nos reporta ganancias económicas, agregó el joven, nos ha dado ganancias afectivas, ha despertado en todos los participantes el sentimiento de pertenencia, de afecto hacia nuestro decanato y universidad. Se han recibido donaciones de ex-alumnos que han permitido continuar con la labor.
Este es una experiencia y un actuar dignos de elogio. Estos jóvenes han asumido la responsabilidad de su propia formación para poder asumir retos y a la vez nos han dado un ejemplo de cómo los problemas que nos afectan pueden ser solucionados, hasta donde se nos permita, a través del trabajo libre, voluntario y en cooperación con otros.
A los jóvenes se les dio una recomendación, referida a que se preparen en la carrera elegida con excelencia, pero que simultáneamente, adquieran un arte u oficio que les permita trabajar. Así podrán obtener una entrada económica que les permitirá satisfacer algunas necesidades básicas. El combinar trabajo y estudio, a nivel universitario, es muy común en los países desarrollados. Al terminar el bachillerato, muchos jóvenes se independizan de su familia, se mudan de las casas de sus padres y se van a otros lugares donde trabajan y estudian. En esos países la motivación al trabajo es alta y por ello la independencia de las personas. Cada persona es dueña de su formación, de su bienestar y de su futuro.
Después de tres horas de conversatorio donde los presentes estuvieron atentos, participativos, sin miradas al reloj que indicaran cansancio o apuro porque terminara la actividad, y después de varios intentos para hacerlo, se finalizó, no sin antes recibir múltiples agradecimientos por la oportunidad brindada por Econintech y su equipo, la Universidad, y los facilitadores. Consideraron la actividad muy oportuna, necesaria, educativa y de mucho estímulo para todos los asistentes, pero en especial para los jóvenes, quienes representan en este momento el futuro de Venezuela. Esto es lo que se persigue con este tipo de eventos, sembrar la semilla del emprendimiento y esperar que de fruto con mucho emprendimiento y empresarios que ofrezcan altos niveles de calidad y eficiencia en sus productos, bienes y servicios.
Invitamos a quienes quieran que Econintech organice sus actividades en su comunidad, universidad, colegio, o asociación civil o profesional, que nos contacten a contacto@econintech.org y al Director-Fundador Luis Cirocco a través de luis.cirocco@econintech.org. Nuestros eventos son posibles, y gratuitos, gracias al apoyo de nuestro aliado internacional Atlas Network.
Por Dra. Neley Rueda

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