Para Tom Palmer, el estado es una abstracción y no una persona común y corriente. El estado existe pero no es “material”. A tal efecto cita la definición tradicional que estableciera Max Weber hace ya algún tiempo, cuando precisó que las entidades estatales se componen de personas que conforman una comunidad humana que revindica para sí el monopolio de la violencia física legítima en un territorio determinado. En la mayoría de los casos el estado decide por las personas sin gozar con su consentimiento, sino que es el acuerdo de un pequeño grupo de individuos manipuladores, elocuentes, poderosos y avasallantes que se creen dueños de la verdad.
En su interesante artículo titulado “problemas filosófico de la libertad y la responsabilidad” el Dr. Palmer, plantea varias interrogantes dignas de analizar con detenimiento y profesionalismo. Entendiendo que es un tema de larga data, que ha sido estudiado por diversos pensadores. Buscado dar respuestas a distinta paradojas, comencé a leer el citado artículo. Trataba con afán de dar respuesta a muchas interrogantes que brillaban en mi mente y para ser sincero, me convencí que el tema de la libertad y la responsabilidad tienen mucha envergadura filosófica, a cuya esencia resulta complejo llegar.
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A tal efecto, puedo comprender con precisión, que una persona libre tomará sus propias decisiones y orientará su propio destino hacia lo que considere conveniente, pero tendrá que asumir como base filosófica que una persona que obra en libertad es responsable de sus actos. En otras palabras, para que las personas sean realmente libres no basta con gritar, ¡libertad, libertad! También se hace necesario estar conscientes que debemos ser responsables de las consecuencias de nuestros actos, sean estos buenos o malos.
Lo anteriormente expuesto, hace necesario establecer un análisis detallado de la estrecha relación que existe entre libertad y responsabilidad. Este estudio debe conducir al surgimiento de la cooperación, la coordinación y la armonía social. Ahora bien, si unos pocos que conforman el estado obligan a los demás, por una parte a hacer ciertas cosas y por la otra, limitan hacer otras, la responsabilidad de esos actos debe ser transferida al estado, dado que es éste el ente que tiene el monopolio de la violencia.
Del mismo modo, tal como lo plantea el Dr. Palmer, la libertad y la responsabilidad son inevitables en una sociedad en dónde podamos ver a los demás como a nosotros mismos, es decir, como seres capaces de hacerse cargo de sus actos y asumir la responsabilidad de las consecuencias de ellos. Por lo tanto debemos ver a los demás como partes de la sociedad, con una visión objetiva que permita mirar a los otros y tomarlos en cuenta, pero sin resentimientos, gratitud, perdón, enojo y con la clase de amor que a veces suelen sentir los humanos. Es decir, la responsabilidad y la libertad deben ser principios que se aplican en contexto, revisando con detenimiento el motivo por el cual una persona puede ser empujada a realizar el acto.
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Vale mucho poder decir que, la libertad y la responsabilidad parecen estar unidas, dado que son parte de la interacción humana, una persona libre y responsable, asume los efectos de su elección, buena o mala, moral o inmoral. En tal sentido, El Dr. Palmer cita a Dennett, “La culpa es el precio que pagamos por los elogios, y lo pagamos con gusto en la mayoría de las circunstancias”. Es decir, los seres humanos podemos responder a preguntas sobre lo que estamos haciendo, podemos pedir y explicar los motivos de los actos.
De igual manera, podemos afirmar que, las personas tienen la capacidad de hablar y poder explicar el motivo por lo cual hicimos algo, porque tenemos libertad y la capacidad de coordinar todos nuestros actos con fines comunes y eso nos da la propiedad de vivir en sociedad, en estrecha relación con nuestros semejantes. Pedir y dar explicaciones de nuestro comportamiento es un acto fundamental de la responsabilidad moral y la base ineludible de la vida social. Las personas florecen cuando son libres y responsables. Ser conscientes de la responsabilidad es la base fundamental de la cooperación social. No tener libertad ni responsabilidad reduce la capacidad de tener éxito en la vida. “Sin responsabilidad, la libertad es en el mejor de los casos fragmentaria e inestable. Sin libertad, las personas no tienen incentivos para reclamar su responsabilidad. La libertad y la responsabilidad avanzan o retroceden juntas”. Tom Palmer.
Por Joel Alberto Torrez.
Referencias.
Palmer, T. (2016). ¿Autocontrol o Control Estatal? Tú decides. CATO Students For Liberty. ATLAS.

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