Con dedicación a aquellos venezolanos que se han ido y a los que aún no lo hacen paro tienen sus sueños en nuevos horizontes. «La maleta«.
Generalmente, la gente para viajar de un lugar a otro, y dependiendo del tiempo que vayan a permanecer en los destinos, llevan consigo un elemento indispensable para transportar sus objetos personales, vale decir: ropa y calzado, documentos, implementos musicales, de higiene habitual, entre otras muchas cosas más. Se trata de algo importantísimo: La Maleta.
De interés: Cultivando autocontrol se cosecha libertad
Para formalizar un poco más sobre el tema, la Real Academia de la Lengua Española (RAE), contiene varias definiciones, acepciones o americanismos que son los giros gramaticales que se le dan a las palabras en los países de habla hispana, en éste caso de “Maleta”, nos encontramos, por ejemplo, con que:
-Es una especie de caja provista de un asa que sirve, sobre todo en los viajes, para transportar ropas y otros objetos.
-En Cuba, cartera que usan los niños para llevar los libros a la escuela, pero también es, en el mismo lugar: Joroba de una persona.
-En Perú: Espalda de una persona.
-Como frase, “andar como maleta de loco” en Argentina y Uruguay significa: “no tener el objetivo claro, no saber bien qué se quiere o se pretende”.
-Como coloquio en la mayoría de nuestros países “hacer la maleta, o las maletas”, se entiende como: prepararse para irse de alguna parte, o para dejar algún cargo o empleo.
-Tipo forma despectiva, en muchas regiones, maleta se le dice a cualquier hombre o mujer que: practica con torpeza o desacierto la profesión que ejerce.
-A manera de despido en el trabajo o botado de la casa, se emplea la frase: “estas maleteado”.
-Coloquialismo en Chile, decir de una traición: “le pego a la maleta”.
-También en Chile, “andar alguien de maletas”: estar de mal humor.
-En Venezuela y otras regiones, referirse a alguien como: “es un maleta”, es expresar que se percibe a una persona como pesada, floja u holgazán.
Lectura recomendada: ¿Quién gana en una guerra?
Y, así, hasta poesía le han escrito, luego le han colocado musicalización, para expresar en canciones lo que ella representa para sus autores y el común de los mortales.
Ahora bien, en la diáspora venezolana, sea el lugar que sea el destino de los coterráneos, muchos se han ido desprovistos de cosas importantes también, lo primordial que como personas de bien debemos llevar dentro de ella, se trata de lo que nos hace ser aceptados como visitantes en cualquiera de esos lugares, en primer lugar “El Don de Gente”; luego “La Valija del Líder”, ésta última prenda por si se desea llegar más lejos.
Aunque estas dos pintas, “Don de Gente” y “La Valija del Líder”, parecieran sinónimos tienen sus diferencias. La primera, hace alusión a no al aspecto físico o qué tan atractivo o atractiva sea la persona, más bien se trata de la forma en la que se relaciona con los demás, cómo habla, cómo actúa y lo que expresa con su comunicación no verbal. Que una persona sea encantadora no tiene nada que ver ni con la edad ni con la capacidad de atracción sino que se refiere a la virtud de hacer a los demás la vida más agradable y ser optimista en cualquier situación.
La segunda, y no menos fina que la anterior “prenda”, se refiere a la capacidad de combinar la pieza con el toque de perfume que da la teoría y práctica del liderazgo para encarar las vicisitudes que afrontará en las organizaciones que representará con valentía, autenticidad, honradez y sobre todo con una pulida voluntad de actuar. Entonces, se puede tener “Don de Gente” pero si no se actúa con asunción de liderazgo no se llegará tan lejos como se quiera.
Por Juan Carlos Correa Ramírez.

What do you think?