El índice de inflación en Argentina en el mes de febrero fue más alto que en la Venezuela de Nicolás Maduro y ha obligado al gobierno de Alberto Fernández a anunciar medidas desesperadas.
Tal como lo anunció días atrás, Argentina comienza, supuestamente, una guerra contra la inflación. Y no habrá ninguna sorpresa. El gobierno de ese país parece que se limitará a un conjunto de medidas punitivas y de control para intentar de evitar que los precios suban. Y al parecer estarían dispuestos a incurrir en graves errores con tal de no abandonar el libreto de políticas intervencionistas de la izquierda.
Alberto Fernández, el presidente, y Martín Guzmán, su ministro de Economía, lanzaran este viernes el paquete de medidas antiinflacionarias que podrían incluir la aplicación de la Ley de Abastecimiento. Esa norma permite la intervención del Estado en la administración de empresas que no cumplan con otras medidas que anunciará el Gobierno para contener la Inflación.
Al mismo tiempo, se espera que se refuercen los programas de control de precios conocidos como «Precios Cuidados» y «Precios Máximos». Como parte de las medidas, también se aplicarán fuertes multas y clausuras a los que se considera que «especulan» con el aumento de precios. También contra los que no cumplan en garantizar el abastecimiento de alimentos y productos esenciales para el consumo interno.
Incluso, el gobierno planteó la posibilidad de prohibirles exportar a los productores de carne que no se plieguen a los planes de control de precios. Días atrás, también suspendió las exportaciones de harina y aceite en medio del aumento global en los precios de las materias primas. También, se prepara un aumento en las retenciones que se cobra a los productores por exportar.
Siguendo los viejos pasos de Maduro
Alberto Fernández ha recibido muchas críticas por insistir en medidas que incluso la Venezuela gobernada por el chavismo abandonó. Hace más de tres años que los dólares fluyen libremente en Venezuela. Solo esa medida logró reactivar minúsculamente una economía que agonizaba por completo. Argentina sigue manteniendo controles de cambio y lucha por controlar la cotización del peso.
Pero esa defectuosa dolarización chavista es solo una de las medidas que ha ejecutado la administración de Maduro. En general, ha seguido una receta clásica de ajuste que poco tiene que ver con su retórica socialista. Maduro impulsó una fuerte reducción del gasto público. De ocupar 40 puntos del producto interno bruto durante la hiperinflación cayó a 15 puntos. El déficit fiscal en Venezuela también se redujo del pasó del 25% d al 7% del PIB.
En Argentina, apuntae el diario La Nación, Martín Guzmán, el ministro de economía, fue fustigado por los sectores kirchneristas por haber desacelerado el gasto en el primer semestre de 2021. Y culpan a eso por las pérdidas en las elecciones de ese año. La administración de Fernández intentó aplicar el “plan platita”, pero tampoco tuvo los efectos que esperaban.
El régimen chavista también abandonó los controles de precios. Justo lo que ahora, apuestan en Argentina. Guzmán y el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, apostaron a la “coordinación voluntaria de precios e ingresos con el sector privado”, un eufemismo para explicar la medida de control.
Con información de A24 y La Nación.
Equipo de Redacción – Econintech.org

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