En global, la cotización del petróleo se mantendría al alza en el mediano plazo pero el aumento sería más moderado que lo visto en las últimas semanas.
Después de tres semanas, los mercados energéticos han entrado en modo de corrección, con los precios moviéndose fuertemente a la baja. Durante la semana pasada, el Brent cayó un 30 % desde el pico máximo de la cotización durante el 7 de marzo. Los precios europeos del gas cayeron un 65 %.
El Brent para entrega en mayo se cerró en 106,90 dólares por barril el 14 de marzo, una caída de 16,31dólares. El valor de la cesta de la OPEP, por su parte, cayó 15,84 dólares hasta 110,67 dólares por barril. La baja se puede atribuir al exceso especulativo por el escenario en el que se desarrolla. Sin embargo, la perspectiva general sigue siendo alcista, advirtió un análisis en el portal Oil Price.
Según los analistas de materias primas de Standard Chartered, la corrección nos dice más sobre el posicionamiento del mercado y el efecto de la volatilidad extrema que sobre los cambios en los fundamentos durante la última semana.
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Paradójicamente, la situación es que el predominio entre los comerciantes de petróleo de la creencia de que los precios solo podían subir ha llevado a una posición desde la cual la dinámica del mercado dictaba que, a corto plazo, los precios solo podían bajar.
También la situación de los recientes brotes de COVID-19 en dos importantes ciudades chinas han determinado una caída en la demanda . También han tranquilizado a los mercados que a pesar del veto del Reino Unido a la compra de petróleo ruso, la misma no entra en vigor sino hasta final de año.
Rusia tampoco ha parado los envíos de gas y petróleo a Europa occidental.
Se puede sustituir el petróleo ruso
A pesar de la caída de precios impulsada por el posicionamiento, los fundamentos clave se mantienen prácticamente sin cambios y también están sujetos a un nivel inusualmente alto de incertidumbre.
Según los analistas de materias primas de Standard Chartered, los flujos de petróleo ruso hacia Europa pueden reemplazarse a corto plazo. Las implicaciones de ese desplazamiento en los precios a corto plazo pueden minimizarse en la medida en que los miembros de la OPEP aumenten la producción. También por la posibilidad de una conclusión exitosa de las conversaciones en Viena que resulten en mayores volúmenes de exportaciones iraníes.
Los analistas proyectan que la renuencia de los consumidores a comprar en Rusia, junto con la escasez de capital, equipos y tecnología, seguirán deprimiendo la producción del país. El fenómeno se extenderá durante al menos los próximos tres años.
Para evitar una presión alcista significativa sobre los precios, StanChart considera que el mercado requeriría un suministro adicional de alrededor de 2 mb/d durante el resto de 2022.
El impulso temporal de 2 millones de barriles del segundo trimestre podría provenir de reservas estratégicas. Pero el flujo adicional de 2 mb/d para el resto de 2022 probablemente tendría que venir de la OPEP. Incluyendo a Irán.
Sin embargo, la estrechez del mercado se ve favorecida por el hecho de que la retirada de los mercados rusos ha sido menos drástica de lo previsto.
Standard Chartered dice que el comercio de petróleo ruso en Europa parece estar moviéndose más hacia las sombras de los contratos a plazo. También a una mayor dependencia de los intermediarios comerciales de terceros. Eso hace que el comercio sea menos visible. Y, por lo tanto, probablemente mantenga los flujos de petróleo de Rusia más altos de lo que se admite.
Con información de Oil Price.
Equipo de Redacción – Econintech.org

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