Poco a poco, el mundo comienza reabrir fronteras y levantar restricciones internas de movilidad y se dispone a recuperar la vieja normalidad.
Enero de 2022 significó un cambio en la manera en la que varios países abordan la COVID-19. Aun cuando la economía mundial se recuperó considerablemente el año pasado mucho falta todavía para lograr recuperar el nivel de actividad que había en 2019. Las medidas de apertura y vuelta a la normalidad han empezado en países escandinavos. Dinamarca, Noruega y Suecia intentan regresar a la vida pre COVID confiadas en que sus porcentajes de personas vacunadas impedirán un gran número de casos graves. Antes que estos países, Israel abrió sus fronteras.
Así han cambiado las medidas implementadas por los países de Europa contra la COVID-19. El Gobierno de Noruega levantó la ´última semana de enero la mayoría de las restricciones impuestas para prevenir los contagios. Así lo informó el primer ministro, Jonas Gahr Store. Ya no limitan el número de personas que pueden asistir a domicilios ni a eventos en interiores o exteriores. Además, en eventos con asientos fijos, como el cine, el teatro o las iglesias, eliminaron el requisito de la distancia física. Entonces, se podrán habilitar los aforos completamente.
Al mismo tiempo, el Gobierno recomendó a colegios y universidades hacer “esfuerzos” para que la enseñanza se lleve a cabo de forma presencial y completa. Por su parte, los empleadores ya no están obligados a facilitar el teletrabajo, medida que tendrán que decidir ellos mismos, entre otras medidas. “Con todo lo que sabemos hoy, es correcto eliminar la mayoría de las medidas de control”, dijo el primer ministro Gahr. La ministra de Salud, Ingvild Kjerkol, llamó a “recuperar la vida cotidiana”.
Casi al mismo tiempo, Dinamarca tomaba una decisión similar. «Nadie puede saber qué sucederá el próximo diciembre. Pero prometimos a los ciudadanos de Dinamarca que solo tendremos restricciones si son realmente necesarias y las levantaremos tan pronto como podamos», dijo a CNN el ministro de Salud danés, Magnus Heunicke. El funcionario apuntó que la vacunación generalizada y los refuerzos han ayudado al país a abrirse nuevamente. Más del 81% de la población en Dinamarca está totalmente vacunada.
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Francia también eliminó una parte del paquete de medidas que entró en vigor en diciembre ante el avance de la variante Ómicron. Además, a la vuelta de las vacaciones escolares, también se flexibilizarán los protocolos. El presidente Emmanuel Macron informó que, si continúa el descenso en las cifras, el 16 de febrero también comenzará la apertura en otros rubros.
Fueron útiles las cuarentenas
Todos estos cambios surgen al tiempo que un estudio de tres economistas hecho en la Universidad Johns Hopkins concluía que las cuarentenas hicieron muy poco para salvar vidas. En cambio, han demostrado que esa medida puede ser más dañina que beneficiosos. En el estudio participó el economista Steve Hanke
“Si bien este metanálisis concluye que los encierros (lockdowns) han tenido poco o ningún efecto en la salud pública, han impuesto enormes costos económicos y sociales donde se han adoptado”, se lee en una parte del estudio. «En consecuencia, las políticas de confinamiento están mal fundamentadas y deben rechazarse como un instrumento de política pandémica».
El estudio determinó que los bloqueos en Europa y Estados Unidos solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 0,2 por ciento en promedio. Las órdenes de refugio en el lugar tampoco fueron efectivas, ya que solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 2,9 por ciento en promedio.
Según el estudio, los primeros estudios epidemiológicos predijeron grandes efectos beneficiosos de los bloqueos. Un estudio de simulación de modelos citado a menudo por investigadores del Imperial College London predijo que una estrategia de supresión basada en las cuarentenas reduciría la mortalidad por COVID-19 hasta en un 98 por ciento. «Estas predicciones fueron cuestionadas por muchos académicos», dijo el estudio.
Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins dijeron que varios factores los impulsaron a observar más de cerca la efectividad de los bloqueos, incluido el hecho de que no hubo una correlación negativa clara entre los encierros y las muertes en la primavera de 2020. «Dados los grandes efectos predichos por estudios de simulación como [Imperial College London] Ferguson et al. (2020), hubiéramos esperado al menos observar una correlación negativa simple entre la mortalidad por COVID-19 y el grado en que se impusieron los bloqueos, «dijeron los investigadores en el estudio. Sin embargo, observaron que los estudios revisados solo registraron que luego de los encierros la mortalidad del COVID-19 se redujo solo en un 0,2%.
Con información de Baltimore Patch, EuropaPress, CNN y France24.
Equipo de Redacción – Econintech.org

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