El pacto al que llegaron no implica ningún cambio profundo en la política económica del país y tampoco implica una mayor responsabilidad en el gasto ´público.
Argentina llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ente multilateral llamó al fruto de las negociaciones un «entendimiento». Y, por ahora, el país logra evitar el default. Pero de acuerdo con las críticas que hicieron los diputados liberales argentinos, la crisis solo se retrasó. Javier Milei, el más vociferante, cree que lo firmado no es más que la reafirmación de todos los vicios de la política de su país. ´
Los aspectos más resaltantes del «entendimiento» al que llegó el gobierno kirchnerista de Alberto Fernández con el FMI son:
- Acordaron «la ruta de consolidación fiscal que constituirá un ancla de política clave del programa. La senda fiscal acordada mejoraría de manera gradual y sostenible las finanzas públicas y reduciría el financiamiento monetario». Sin embargo, permitiría aumentar el gasto en infraestructura y ciencia y tecnología, y protegería programas sociales específicos. Solo acordaron reducir subsidios a la energía (electricidad y gas).
- Argentina implementará una política monetaria enfocada en generar tasas de interés reales positivas para respaldar el financiamiento interno y fortalecer la estabilidad.
- Socios internacionales de Argentina ayudarían «a reforzar la resiliencia externa del país y sus esfuerzos para asegurar un crecimiento más inclusivo y sostenible.
- Las dos partes continuarán su trabajo en las próximas semanas para llegar al acuerdo final. El mismo, como siempre, tiene que ser aprobado por el Directorio Ejecutivo del FMI.
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La crítica de Javier Milei
De esa manera, la administración kirchnerista logra posponer el pago de 20.000 millones de dólares anuales. La cifra, habían afirmado voceros del gobierno era imposible de cumplir. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el titular de Hacienda, Martín Guzmán, afirmaron que acuerdo que “permitirá seguir con la senda de recuperación de la economía”.
Un aspecto destacado es que el FMI no pidió cambios estructurales en los niveles del gasto estatal. No se tocarán las jubilaciones y no habrá reforma laboral. El acuerdo, sin embargo, fue severamente cuestionado desde la oposición representada por los diputados liberales. Los economistas Javier Milei y José Luis Espert hicieron duras críticas a lo negociado por Fernández.
Mientras tanto, legisladores de la alianza Juntos por el Cambio (en la que hace vida el partido de Mauricio Macri), valoraron como positivo el entendimiento entre el FMI y el gobierno kirchnerista.
Javier Milei, dijo en una entrevista con La Nación + que el acuerdo alcanzado con el FMI era un reafirmación del modelo de gasto irresponsable y freno a la economía. «Este es el modelo del fracaso argentino», afirmó. Además criticó que el gobierno hablara de recuperación de la economía cuando lo que había era un «rebote» tras la crisis por las medidas tomadas por la COVID-19.
Agregó que ese mismo modelo se sostiene bajo el precepto de que lo que él llama «la casta», la clase política, «no ajusta nunca». «¿Quiere de vuelta trasladar [el ajuste] al sector privado? Lo va a dinamitar», advirtió. Y dijo que su bloque minoritario votaría en contra del acuerdo.
¿Quién va a pagar el acuerdo?
Por su parte, el otro economista liberal en la Cámara de Diputados, José Luis Espert, tiró una seguidilla de tuits exponiendo su posición. Criticó a la alianza Juntos por el Cambio por no desmarcarse del acuerdo.
Denunció que «el acuerdo tarda 5 años en hacer déficit 0 un déficit que arranca en 2022 con 3.5% del PBI, o sea, que la baja de déficit es de 0.7% por año. «Quedan todavía por financiar los intereses de la deuda por 1.5% del PBI. Así que a partir de 2025, si el déficit primario es 0, nos endeudaremos para financiar los intereses de la propia deuda», agregó.
Por último coincidió con Milei al criticar que «el único ajuste que hay es subsidios a energía, o sea, suba de tarifas, o sea, es una baja de gasto público que la hacen los privados pagando más cara la luz y el gas (está bien que se pague por las cosas lo que las cosas valen, pero no que sea la única partida de gasto que baja).
Con información de Ámbito y el Fondo Monetario Internacional.
Equipo de Redacción – Econintech.org

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