El gobierno argentino insistirá en aplicar estrictos programas de control de precios y eludir la responsabilidad por el fracaso en la política económica.
No son varias las razones por las cuales la economía argentina no puede librarse de una alta inflación. Todo se reduce a que la política monetaria de los gobiernos que, sin importar el partido político, se dedican a financiar el déficit con más emisión de moneda.
En el inicio de 2022 la inflación se registra en varios ámbitos. El descongelamiento de precios, la mayor demanda de turismo en verano y los aumentos en algunos rubros regulados evidencian el fenómeno. Firmas consultoras esperan en promedio una inflación del 3,7% en enero. Las estimaciones privadas anticipan así un nivel elevado para el primer mes del año, después del 3,8% de diciembre, y un piso para el año superior al 50,9% registrado en 2021.
Sin embargo, es bueno recordar que los escenarios de alta inflación son difíciles de predecir. El economista Steve Hanke explica que «No existe una base práctica para hacer un pronóstico de inflación durante episodios de inflación elevada o hiperinflación». Y critica al Fondo Monetario Internacional por hacerlo constantemente.
DE INTERÉS: Kirchnerista ganó el sorteo de Milei y se quedó con el sueldo del diputado
Pero, peor que los pronósticos de inflación es que la prensa financiera publica de manera regular e incuestionable los pronósticos del FMI. Según Hanke, eso deja al público con la falsa impresión de que es posible pronosticar con precisión episodios de inflación elevada e hiperinflación. Aunque en Argentina, las expectativas de las consultoras privadas indicaban que la inflación en 2021 sería de 50%. El gobierno kirchnerista de Alberto Fernández apuntaba al 30%. Terminó siendo de 50,9%, un acierto bastante preciso para las consultoras.
Alimentos más caros
Ahora, la aceleración actual viene impulsada por los alimentos de los alimentos. En la segunda semana de enero, la consultora EcoGo aumentó en su relevancia una suba del 2,3% con respecto a la semana previa. Es el alza semanal más pronunciada desde mediados de julio. Con ese dato, la inflación de alimentos treparía al 4,7% mensual.
La consultora atribuyó el fenómeno a dos factores. Por un lado, el fin del congelamiento de precios y el relanzamiento de Precios Cuidados. Ésta es una canasta de 1.321 productos de consumo masivo con aumentos mensuales del 2% en promedio. Y, por otro, el incremento en las prepagas (seguros de cobertura médica), peajes, telefonía fija, internet, televisión, entre otros.
«La inflación seguirá siendo fuerte en el trimestre, del 4% mensual en promedio”, dijo Sebastián Menescaldi, director asociado de EcoGo.
El otro rubro que podría haber impactado en el índice de precios es el turismo. En medio de la mayor demanda después de las restricciones del año pasado y el encarecimiento de los viajes al exterior por la prohibición del pago en cuotas. El sector también tiene limitaciones para absorber una mayor cantidad de turistas internos en uno de los sectores más golpeados por la pandemia.
María Castiglioni, directora de C&T, detecta una aceleración de la inflación en alimentos y bebidas fuera del hogar y restaurantes. Eso, agrega, influye en la llamada «inflación núcleo». Estos son aquellos precios que muestran una inercia estructural, al prescindir de factores estacionales, volátiles y regulados. En diciembre, fue del 4,4%.
Ecolatina demostró una desaceleración de la inflación en la primera quincena de enero (2,6%), pero espera un cambio en la segunda parte del mes. «…en la segunda quincena esperamos una aceleración y la inflación terminaría en torno al 3% en el mes», dijo Agostina Myronec, economista de la consultora.
Optimismo kirchnerista con la inflación
Mientras tanto, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró esta semana que la inflación de este año será «menor a la del 2021». En ese marco, sostuvo que el programa Precios Cuidados «está funcionando bien». El ministerio de Comercio Interior aseguran que este mes ya no habrá definiciones en la nueva canasta.
Los analistas privados son menos optimistas. El último relevamiento de expectativas de mercado elaborado por el Banco Central prevé una suba del IPC del 3,7% en enero y febrero, del 4% en marzo y abril, para recién descender al 3,6% en mayo y 3,5% en junio. En la medición interanual, proyectan una inflación del 54,8% en 2022, cuatro puntos arriba del 2021.
Las expectativas de una mayor inflación en los meses venideros coinciden con un escenario en el que se espera una mayor aceleración del dólar y aumentos en las tarifas. En efecto, el Banco Central apuró el paso en las últimas semanas, pero en los últimos días aflojó el ritmo y llevó al tipo de cambio muy por detrás de la inflación, en medio del salto de las cotizaciones paralelas.
Con información de Clarín.
Equipo de Redacción – Econintech.org

What do you think?