Populismo en América del sur
No creo que exista un territorio con mejores condiciones, en toda la esfera terrestre, sobre la cual se pueda construir un modelo económico y social, que permita elevar la calidad de vida de sus habitantes, como América del Sur.
Su geografía responde a estructuras complejas de combinación de factores que la dotan de un aspecto sin igual, lo cual permite el desarrollo de los medios de producción en todos sus sectores, desde la agricultura y extracción de las riquezas minerales hasta las distintas formas de transformación de bienes y las prestaciones de servicios para la satisfacción de las necesidades colectivas.
Sin embargo, parece hundirse lentamente en los más profundos abismos que la mantienen en un extraño vaivén entre la razón y la emoción.
Así podemos afirmar, que Sur América, desde la Patagonia hasta las cristalinas aguas del Caribe, luce sumergida en errores del pasado y aún constante retroceso.
Todos estos procesos ameritan una detenida reflexión sobre las bases de los sistemas educativos de la región en los últimos doscientos años. Es como si esta parte del continente americano se sustentara en la retórica del pregonar discursivo que contempla al estado y a su sistemas de gobiernos con la potestad de ser el encargado de repartir la falsa riqueza preexistente, nada más lejos de la realidad, dando paso a caudillos que llegan al poder con la gran mentira de redistribuir las riquezas naturales en partes iguales como mecanismo de justicia social.
Lectura recomendada: Negocios verdes: lo que nos preocupa nos ocupa
Los planteamientos antes citados, me llevaron a observar con mucho detenimiento la entrevista que realiza la profesora y analista política Irene Vélez F. de Entrevista UEES al profesor y abogado Axel Kaiser, junto al decano de la facultad de emprendimiento de UEES, Francisco Swett, en dónde tratan de analizar las causas y consecuencias de este complejo proceso que vive el sur de América.
Tal vez, este proceso de retroceso sea producto de las creencias de los políticos de que para gobernar un país, es necesario el poder absoluto.
Ahora bien, al inicio de este este siglo, casi todos los países de la región se embriagaron con el ya trillado y fracasado socialismo del siglo XXI, sin siquiera atreverse a pensar que ya había caído el muro de Berlín, que la URSS se había disuelto hace varios años y que el propio conductor del modelo aplicado en la famosa isla caribeña se atrevió a comentar que ya el modelo no servía ni para ellos.
Pero aun así, una buena parte de la población se deja empalagar por la retórica discursiva sin propuestas factibles de nuestros politiqueros. De esta manera llegan al poder político tristes personajes que consideran a las constituciones con sus extensos artículos generadoras de riqueza por sí solas.
Puede interesar: La inflación en EEUU empobrece a los que menos ganan
Cabe preguntarse entonces, ¿Por qué los países del sur de América siguen perdidos y confundidos entre la razón y la emoción? Es fácil concluir que no es a través de discursos emotivos con falsas promesas, que la región puede generar la riqueza necesaria para su bienestar.
Por el contrario, en nuestras sociedades debe pregonarse como fortaleza el uso de la razón, la lógica comprensiva que permita entender que es solo la igualdad de derechos individuales y el uso de las mismas reglas para todos de dónde pueden sustentarse las condiciones para el gran viraje que esta parte del mundo requiere.
¿Cuál es el motivo de tantos vaivenes políticos? ¿En dónde está la causa del comportamiento que conduce a la región a una mayor dependencia gubernamental y la pobreza y desigualdad?
Las respuestas a todas estas interrogantes parecen poder localizarse en las terribles deficiencias de los sistemas educativos, los cuales requieren reformas profundas para desarrollar a plenitud la libertad sustentada en los derechos individuales y en una viva conexión con los demás miembros de la sociedad. Cambiamos o perecemos.
Por Prof. Joel Alberto Torrez
Referencia.
Entrevistas UEES: El Engaño Populista

What do you think?