Un análisis indispensable para entender de qué va la transformación constitucional que se promueve en Chile y cómo llegó ese país a transitar un rumbo tan incierto.
Para los amigos lectores de Econintech no debería ser sorpresa que el Partido Comunista y otros colectivos―de manifiesta conductas fascistas―como el racimo de partidos llamado “Frente Amplio” en Chile, se han dedicado a minar las instituciones que, históricamente sabemos, hacen progresar a los países.
Su táctica ha sido crear la narrativa de que Chile es la meca de la desigualdad como resultado del capitalismo salvaje o “neoliberalismo”, el cual sería una máquina de generar desigualdades arbitrarias entre los individuos por medio de la explotación del trabajador.
Daniel Jadue (presidenciable del Partido Comunista) habla de “un proyecto de superación del neoliberalismo”, de “superar” “la contradicción capital-trabajo” (1).
Por otro lado, grupos radicalizados se han dedicado a presionar al gobierno por medio de la violencia en las calles, para luego, utilizar el espacio que abrieron las demandas (auténticas) del ciudadano promedio que salió a protestar por una mejor salud pública, educación de calidad, pensiones dignas, pero también para criticar y acusar el abuso, impunidad, mediocridad y colusión político-empresarial, capitalismo de amigotes de la clase política.
DE INTERÉS: Editorial Econintech – El relato que faltó para salvar a Chile
¿Qué reclaman los chilenos?
Aprovechando esta coyuntura, minorías de tendencias totalitarias insertaron mañosamente sus propias aspiraciones disfrazadas como “demandas de la ciudadanía”. Así, al igual que los aqueos, estos grupos radicalizados metieron el caballo de Troya de la nueva constitución creando artificialmente un “momento constitucional”(2), ocultando de este modo las verdaderas causas de la enfermedad: la gestión política del país.
También, podemos señalar como causas del malestar, el estancamiento de los salarios seguido del prolapso de la clase media chilena, frenando la movilidad social, retrasando con esto la salida de la pobreza de miles de familias. Pero sobre todo [esta es mi opinión] la constatación de que el concepto de igualdad ante la ley se ha transformado en una idea mustia y marchita, usado como sedante en el discurso político para contener y distraer la atención del verdadero problema, que es la confirmación de que “Todas las personas son iguales, pero hay unas más iguales que otras” (3).
Ustedes saben bien a qué clase de personas me refiero, pero lo digo por si acaso: los políticos. Pocas veces ha sido tan claro y evidente como la mala gestión (en este caso, la implementación forzosa de políticas de izquierda fracasadas) de los políticos puede llegar a descomponer las bases sanas de un país. El corolario sería: un político es lo contrario a un emprendedor.
DE INTERÉS: Violencia y posmodernismo: Stephen Hicks, explica el origen del caos en la «protesta social»
El falso «pecado»
Instalada la demanda por una nueva constitución en la esfera pública, había que convencer al público sobre su legitimidad. Así, se le atribuyó un pecado de origen. La exsenadora Carmen Frei (Democracia Cristiana) expresa muy bien este pensamiento cuando dice que “La Constitución que nos rige es una Constitución hecha entre cuatro paredes, en que no participó nadie más que el grupo que estaba trabajando con Pinochet.”(4)
Para los defensores de una nueva constitución, (apruebo) datos como la disminución de la pobreza de un 36% (2000) a un 8.6% (2017) son insuficientes como para aterrizar el debate al plano de lo
sensato. No, la constitución tiene pecado, está maldita, y no hay dudas que fue redactada hecha para abusar y someter al pueblo, aunque todos los datos digan lo contrario.
El día que la nueva constitución salga del horno, será la confirmación moral que ha estado esperando el Partido Comunista y otros grupos radicalizados, de que ellos siempre fueron las víctimas. Que el sistema que mejoró la vida de millones de chilenos, que generó recursos para dar becas de estudio en el extranjero, que nos permite hoy comenzar a hablar de energías limpias, etc. que ese sistema es inferior al sistema que ellos proponen: un sistema que centraliza la economía y en última instancia la vida de las personas. Un sistema que genera hambre, que divide la sociedad entre buenos y malos.
Es muy difícil identificar las causas que explican cómo un grupo minoritario es capaz de convencer a la mayoría de algo que no es cierto. Que Chile es un
país intolerable para vivir que necesita una nueva constitución). Y que después la mayoría
(raptada por las ideas que no son propias) termine transformándose en un portador infeccioso
de esta patraña.
El pensamiento mágico
Parece absurdo pero, da la impresión que muchas personas parecen no haber superado―lo que el antropólogo escoces James G. Frazer describe en su libro “La Rama Dorada” como el “pensamiento mágico”[primitivo]. Uno de estos principios indica que “lo semejante produce lo semejante” (6).
Suena similar a la idea de que escribiendo un catálogo de derechos sobre un papel (constitución política) se espera producir su “materialización” en el plano físico. i.e., algo así como ejecutar la danza de la lluvia esperando a que esto haga llover.
Esta es una luz tenue, quizás extravagante para tratar de comprender nuestro problema, pero
lo cierto, es que el comportamiento que hemos observado hasta ahora en Chile, le da cierto
crédito.
Otro punto a considerar es que mucha gente asume la posición normativa que, de las buenas intenciones, necesariamente, se siguen buenos resultados. Como solemos decir, “la intención es lo que cuenta”. La narrativa de izquierda tiende a expresar mucho este tipo de ideas (sentimientos) en el foro público.
En EEUU llaman a esto «virtue signaling», es decir, mostrar cuán moral se es, mostrando (públicamente) simpatía por las causas más “buenistas”. Aquí lo importante no son los resultados ni los efectos sino que ser percibido como buena persona. Por ejemplo, la propuesta del Medicare for All (M4A) en Estados Unidos se muestra como una idea que surge desde la empatía.
El costo de las «buenas intenciones»
Sin embargo, estudios profundos sobre sus implicaciones económicas y sociales muestran que el daño que se podría haber infringido a la sociedad estadounidense. De haberse implementado, hubiese sido catastrófica, superando con creces el beneficio que se buscaba obtener.
Algunos datos al respecto. El M4A habría costado USD 32.6 trillones adicionales sobre el dinero que ya se estaba gastando en salud. Para el año 2031, se habría necesitado más dinero que todo lo que gasta el gobierno federal de EEUU, una cifra que no se alcanza aunque se doble el impuesto de todos los contribuyentes, incluyendo personas naturales y empresas privadas.
Pero, más importante, hubiese hecho colapsar el sistema por un incremento en la demanda, haciendo competir a los pacientes haciendo más difícil el acceso a los enfermos prioritarios.(7) Pero otra vez, lo importante eran las buenas intenciones del senador Bernie Sanders. No deberíamos olvidar ese antiguo adagio de San Bernardo de Claraval que dice “El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”(8).
Francisco Villarroel es fellow de Econintech. Violinista de la Orquesta Sinfónica de Lubbock (Texas, EEUU) y fundador del canal Palabra Pública.
Referencias:
1 Entrevista de televisión en canal T13 el día 17 junio 2021 , https://www.youtube.com/watch?v=yupDB7bXej8, accesado 18 de Junio 2021
2 Concepto acuñado por el abogado constitucionalista estadounidense Bruce Ackerman, refiriéndose a “la deliberación intensa, por parte del pueblo, acerca de la normatividad fundamental de un país.” https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2019/11/10/abecedario-del-momento-constitucio nal/
3 No hay duda que esto está directamente tomado (con una modificación menor) de la novela de George Orwell “La Rebelión en la Granja”
4https://www.emol.com/noticias/Nacional/2020/02/14/976576/Plebiscito-2020-constitucion-rechazo-ap ruebo.html
5 Datos del Banco Mundial. https://datos.bancomundial.org/pais/chile?view=chart, accesado 18 de Junio 2021.
6 J. Frazer describe dos principios. Primero, “lo semejante produce lo semejante”. Segundo, “las cosas que estuvieron en contacto actúan recíprocamente a distancia una sobre otra”. El clásico ejemplo es el baile de la lluvia. i.e., imitando la lluvia en un baile hará llover.
7 Sumario de ideas tomadas de “The Cost of Free Stuff: Your Freedom” Capítulo 2: “The “Free Healthcare” Promise. página, 47-81
8 San Francisco de Sales atribuye esta expresión a San Bernardo de Claraval.
*Las opiniones expresadas en este artículo no representan necesariamente las opiniones de Econintech.

What do you think?