Emprender es un término utilizado regularmente en los tiempos moderno, literalmente puede significar que alguien acepta un reto, pero también puede ser utilizado para definir una acción que conlleva a hacerse cargo de un negocio riesgoso; algo así como que alguien siente una necesidad y trate de satisfacerla por sobre todas las cosas. Por lo general un emprendedor requiere de una actitud positiva ante el reto de enfrentar un trabajo duro que de la posibilidad de convertir sus años de entrega al trabajo en toda una vida de crecimiento, descubrimiento, recompensas financieras y una mejora significativa en su calidad de vida.
En ese sentido se puede afirmar, que para formar una empresa, el emprendedor capitalista compra factores de producción hoy, para agregarles valor, vender en el mañana su creación y de esa manera lograr una ganancia. Pero de acuerdo a lo planteado por Rothbard, de Mises Institute, cuando un empresario invierte capital, no puede estar absolutamente seguro que va a obtener ganancias, pues también puede tener un resultado negativo, es decir, puede obtener perdidas si orienta mal su proceso de decisiones referidas al precio de venta futuro de los factores transformados. Esas decisiones pueden conducir a ver crecer el capital inicial, pero tambien puede llevarlo a una disminución de los recursos disponibles.
Del mismo modo, de acuerdo a lo planteado por De Vos, el capitalismo puede ser visto como el proceso de producir capital y eso solo puede ser posible cuando se generan bienes materiales que sirvan para dar forma a la vida misma; ese material generado alimenta, viste a la gente y les proporciona habitación; En otras palabras, el material es la sustancia de la vida y en ese término no puede haber nada malo, los materiales hacen la vida más fácil, más llevadera, más plena, más digna y más rica. Según este autor, la mayoría de los materiales viene de la tierra, del mar, o del cielo, de manera directa o indirectamente, solo que la mano de obra del hombre los ha transformado a través de la utilización de la energía humana y de las herramientas de trabajo y en ese accionar el capitalista también pone en riesgo sus recursos.
En ese orden de ideas Hastings, de Mises Institute, se atreve a afirmar que el emprendimiento da sentido y propósito a la vida. Esa acción empresarial permite mejorar la vida de las personas, pues no solo les proporciona un beneficio económico, sino además, un beneficio psicológico, dado que la ética del emprendimiento es servir a los demás, elevando la calidad de la vida en todos sus estratos. Este vínculo une al espíritu empresarial, al capitalismo de libre mercado con el significado de vida del individuo y esa condición no se la puede quitar nadie.
En tal sentido, el autor antes citado comenta que, todas las personas tratan de encontrar un lugar en el mundo, un deseo de ser significativas, de jugar un gran papel en la sociedad y tener una existencia con propósito y eso les llena de vitalidad, pues sienten la motivación en su ser, toman decisiones que le reducen el riesgo de mortalidad, dado que evitan comportamientos perjudiciales a la salud. Cuando la gente se siente capaz, sale a buscar oportunidades que den sentido a su ser, esa es la conexión más importante que se forma en la mente humana al relacionar al capitalismo con el emprendimiento y con el significado de una vida con propósito.
En ese orden de ideas, se puede afirmar que las personas que tienen un propósito en la vida, tienen una visión positiva hacia el capitalismo, están motivadas para iniciar un negocio propio con una finalidad determinada, servir a la comunidad y a la sociedad. Al tener un significado establecido, las personas evitan pensar en la falsa creencia inducida por los detractores del capitalismo, de que no tienen control sobre sus vidas y que son incapaces de vencer las barreras que les toque enfrentar. En muchos casos, se quiere hacer creer a las personas que los problemas que enfrentan son sistémicos y globales, desmotivándoles para frenar las contribuciones significativas que pueden generar, se les dice a las personas que necesitan confiar en el Estado y que este es el único con capacidad para mejorar su situación. Nada más falso.
Se intenta que surja una disminución constante de la fe en el capitalismo y sus instituciones. Por tanto, es necesario formar en los jóvenes el mensaje de su capacidad de iniciar una acción empresarial en un mercado de libre intercambio para contribuir con la sociedad, desempeñando un papel significativo en su propia vida. Vamos a emprender con todo el cerebro y eso solo es posible en una economía de libre mercado.
Por Prof. Joel Alberto Torrez
Bibliografía.
Mises Institute. http://mises.org
De Vos. R. (1994). Capitalismo Solidario. Lasser Press Mexicana, S.A. Mexico.

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