Liberalización
La propiedad privada es la piedra angular de un sistema de mercado. Cuando la libertad para producir, emplear, despedir, comprar y vender y consumir libremente es restringida severamente, la propiedad privada deja de ser valiosa. La verdadera libertad económica requiere eliminar las barreras que la gente enfrenta en su vida comercial. La economía de Georgia, heredada de sus días bajo la Unión Soviética estaba en desesperada necesidad de liberalización económica, virtualmente, en cada esfera de la vida económica. Desde el pago de impuestos hasta el contratar trabajadores para abrir negocios, formalidades burocráticas y la complejidad necesitaban ser reducidas.
Inmediatamente después de la desintegración de la Unión Soviética, los ingresos y todo el sistema de impuestos fueron moldeados tomando como guía el de las naciones con altos ingresos y diseñados con la ayuda del Fondo Monetario Internacional. El sistema de impuestos era muy complicado y progresivo, y aún más, mal adaptado a una pobre, mayoritaria economía agrícola que intentaba atraer inversores extranjeros. El sistema era tan complejo y tan corrupto, que representaba pocas ganancias. Era necesario hacer algo para simplificar el código de impuestos, divorciarse de la corrupción y permitir que la gente pagara algunos impuestos.
Bendukidze y sus reformadores establecieron una reforma radical del sistema de impuestos. Ambos, el número de impuestos y los porcentajes fueron disminuidos dramáticamente. El número de los diferentes impuestos fueron reducidos de veintidós a siete, y más tarde a seis. Los porcentajes de los impuestos fueron rebajados notablemente. Georgia primero estableció un impuesto fijo a los ingresos de 12 por ciento y otras reformas tal como un relativamente simple 18 por ciento de impuesto al valor agregado (VAT por sus siglas en inglés). Tres años más tarde, el impuesto al salario utilizado para crear el fondo de pensiones sociales fue eliminado por completo y endosado al impuesto de ingresos netos. Esto trajo como consecuencia que el impuesto total sobre los salarios disminuyera de 33 por ciento a 20 por ciento.
La reforma de impuestos estuvo acompañada por amnistía para la mayoría de los contribuyentes con deudas atrasadas bajo los altos porcentajes previos. Esta medida ayudó a fomentar el apoyo al nuevo sistema entre los mismos contribuyentes.
Además de las políticas de impuestos, otra área en necesidad de reformas era la del mercado laboral. La ley laboral era un código residual de la era Soviética del año 1973. Como tal, los sindicatos eran esencialmente requeridos y los sindicatos laborales disfrutaban de muchos privilegios especiales bajo esas leyes.
La nueva norma laboral de Georgia es muy parecida a las leyes comunes Inglesas “según el deseo” y sólo con una extensión de veinte páginas. La norma clave es que empleados y empleadores deben hacer honor a los acuerdos contractuales. Ellos pueden ser individuales o colectivos, pero no hay privilegios especiales concedidos a los sindicatos por encima y más allá de aquellos concedidos a los individuos. Existen algunas regulaciones relacionadas con la notificación de despido, pago de indemnización, abandono, pago por vacaciones, y otras. Sin embargo, frecuentemente, la ley permite que las partes contraten explícitamente estas regulaciones.
El equipo de reformas de Bendukidze trabajó muy de cerca con el Liberty Institute en el borrador de la ley. El Liberty Institute es una Organización no Gubernamental (NGO, por sus siglas en Inglés), altamente apreciada que fue un apoyo instrumental durante la Revolución de las Rosas, y lograr su participación se consideró importante. El Liberty Institute estuvo interesado principalmente, en reglas no discriminatorias, pero al final aceptó una idea más general de simple igualdad bajo la ley.
La reforma laboral fue una de las pocas reformas acompañadas por fuertes discusiones en los medios de comunicación y el parlamento. La principal estrategia de los reformadores fue el explicar los resultados esperados de la liberalización, ya que la mayoría de la oposición, simplemente, comulgaba con la lógica paternalista del estilo Soviético.
Nota de la Traductora: con este artículo, son cuatro casos traducidos al español y publicados durante los meses Agosto a Noviembre de 2020. En cada uno se exponen las reformas radicales realizadas por países sumidos en una profunda crisis económica, pobreza extrema y que sin poseer riquezas naturales lograron salir adelante. Ellos son Polonia, Hong Kong, Nueva Zelanda y Georgia (antiguo territorio de la Unión Soviética). Es recomendable leerlos, procesarlos y analizar lo que se debe hacer en este país, para lograr el desarrollo económico, social y el bienestar que todos necesitamos.
Por Larisa Burakova & Robert Lawson
Traducido por Neley Rueda R. (Ph D)

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